Aprender a leer es un proceso progresivo que va desde el reconocimiento de sonidos hasta la comprensión de textos complejos. Numerosas investigaciones han demostrado que este aprendizaje se desarrolla en distintas etapas, cada una con desafíos específicos.
Según el modelo adaptado por Héctor Ruiz Martín en su libro ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza (2020), basado en los estudios de Willingham (2017) y Share (1995), la alfabetización se construye en ocho fases progresivas. En este artículo exploramos estas 8 fases del aprendizaje lector y su importancia en el aula.

Las ocho fases del aprendizaje lector
1. Conciencia fonológica
La conciencia fonológica es la habilidad de reconocer y manipular los sonidos del habla de forma aislada. Antes de que los niños puedan asociar letras con sonidos, deben ser capaces de identificar, separar y combinar fonemas, sílabas y palabras.
Esta fase es crucial para la alfabetización, ya que las dificultades en la conciencia fonológica pueden predecir problemas en la lectura y escritura. Actividades como segmentación de palabras, rimas y juegos de sonidos fortalecen esta habilidad y preparan a los niños para la siguiente etapa.
2. Codificación fonema-grafema
Una vez que los niños pueden identificar los sonidos, deben aprender a relacionarlos con las letras que los representan. Este proceso se conoce como correspondencia fonema-grafema y es un paso clave en la alfabetización inicial.
Aquí los estudiantes empiezan a comprender que cada letra o conjunto de letras representa un sonido específico. El dominio de esta relación es fundamental para la escritura y la lectura fluida, ya que permite descifrar palabras nuevas a partir de reglas predecibles.
3. Decodificación fonética de letras y sílabas
En esta etapa, los niños aprenden a unir fonemas para formar sílabas y palabras. A diferencia del reconocimiento visual de palabras, la decodificación fonética permite leer términos desconocidos sin necesidad de memorizarlos.
La segmentación de palabras en sílabas y la identificación de patrones silábicos son estrategias clave en este proceso. Cuanto más practiquen los niños esta habilidad, más eficiente será su lectura y menor será su dependencia de la memorización.
4. Decodificación fonética de palabras
Este nivel implica el uso de reglas de conversión grafema-fonema para leer palabras completas. Aquí los estudiantes ya no dependen solo de la segmentación silábica, sino que comienzan a aplicar su conocimiento fonético para leer con mayor fluidez.
Durante esta fase, la práctica es esencial. La repetición de palabras con estructuras fonéticas similares fortalece la automatización de la lectura, reduciendo la necesidad de descifrar cada palabra de manera consciente.
5. Decodificación semántica de palabras
A medida que los niños mejoran en la decodificación fonética, es importante que empiecen a asociar las palabras con sus significados. En esta fase, la comprensión cobra mayor protagonismo, ya que leer no se trata solo de pronunciar palabras, sino de entenderlas.
El contexto juega un papel crucial en este proceso. La exposición a palabras en diferentes situaciones ayuda a los niños a construir una base de vocabulario y a reforzar el reconocimiento automático de términos frecuentes.
6. Decodificación semántica de textos
En esta etapa, los niños empiezan a desarrollar estrategias para comprender el significado de frases y textos completos. Ya no se centran solo en palabras individuales, sino en cómo estas se relacionan para formar ideas.
Para lograrlo, es necesario fomentar la inferencia y la conexión entre ideas. La lectura compartida y la discusión sobre los textos ayudan a fortalecer la comprensión lectora y a consolidar estrategias de interpretación.
7. Reconocimiento visual de palabras
A medida que los lectores avanzan, el reconocimiento visual de palabras se vuelve más eficiente. Este proceso implica la identificación automática de términos familiares sin necesidad de decodificarlos fonéticamente.
El reconocimiento visual facilita la fluidez lectora y permite a los niños centrar su atención en la comprensión del contenido. Un lector fluido no necesita descifrar cada palabra, sino que reconoce estructuras de manera automática, lo que acelera la lectura y mejora la comprensión.
8. Decodificación semántica de textos complejos
La última fase del aprendizaje lector implica la capacidad de comprender textos de mayor dificultad. Aquí, los estudiantes deben integrar su conocimiento previo, analizar ideas, hacer inferencias y reflexionar sobre lo que leen.
Este nivel requiere el uso de estrategias de comprensión avanzada, como la identificación de ideas principales, la formulación de preguntas y la síntesis de la información. La lectura se convierte en una herramienta de aprendizaje, permitiendo a los estudiantes adquirir nuevos conocimientos a partir de los textos.
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Bibliografia
- Willingham, D. T. (2017). The Reading Mind: A Cognitive Approach to Understanding How the Mind Reads.
- Share, D. L. (1995). Phonological recoding and self-teaching: Sine qua non of reading acquisition.
- Ruiz Martín, H. (2020). ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza. Editorial Graó.