El plan de resolución de conflictos que expongo se basa en el aprendizaje cooperativo, con el objetivo de fomentar tanto la autonomía de los alumnos como la gestión de las emociones. A lo largo de los tres ciclos de primaria, los alumnos adquieren progresivamente las habilidades necesarias para identificar, gestionar y resolver sus propios conflictos, siempre con un enfoque adaptado a su desarrollo madurativo.
Primer ciclo
En este ciclo, el trabajo de resolución de conflictos se centra en la identificación de emociones y el diálogo guiado. El docente juega un papel clave, ayudando a los alumnos a expresar sus sentimientos y a encontrar soluciones de forma conjunta.
Estrategias concretas:
- Rincones de las emociones: En el aula, se puede disponer de un «rincón de las emociones», con tarjetas que representen diferentes estados emocionales (tristeza, alegría, enfado, sorpresa). Los alumnos, cuando se enfrentan a un conflicto, pueden acudir a este rincón para escoger la tarjeta que mejor represente cómo se sienten.
- Círculos de conversación: Después de un conflicto, el docente organiza un pequeño círculo de conversación donde se escucha a ambas partes. Los alumnos son guiados a responder preguntas como: «¿Qué ha sucedido?», «¿Cómo te ha hecho sentir?» y «¿Qué crees que podríamos hacer para mejorar la situación?»
- Lectura de cuentos sobre emociones: Utilizar libros y cuentos sobre gestión emocional (como El Monstruo de Colores de Anna Llenas) para iniciar diálogos sobre cómo manejar los conflictos y entender las emociones propias y de los demás.
Ejemplo de conflicto: Dos alumnos discuten sobre el turno para usar un material.
- Idea de solución: Usar un cronómetro que determine el tiempo de uso para cada uno, estableciendo turnos claros y equitativos.
Segundo ciclo
En este ciclo, los alumnos empiezan a ganar más autonomía. Las dinámicas cooperativas juegan un rol fundamental, ya que los estudiantes aprenden a resolver conflictos de forma autónoma, utilizando los roles del aprendizaje cooperativo (moderador, secretario, portavoz, encargado del tiempo).
Estrategias concretas:
- Dinámicas cooperativas: Implementar estrategias como «Lápices en el medio» o «1-2-4» en las que los alumnos deben trabajar en equipo y resolver cualquier desacuerdo antes de continuar con la tarea.
- Técnica del semáforo: Los alumnos visualizan sus emociones a través de un semáforo de colores: verde para calma, amarillo para malestar leve, y rojo para emociones intensas como el enfado. Después de un conflicto, pueden señalar en qué nivel de emoción están y cómo pueden moverse hacia el verde.
- Tablero de resolución de conflictos: Colocar un tablero en el aula con pasos claros para la resolución de conflictos: 1) ¿Qué ha pasado? 2) ¿Cómo me siento? 3) ¿Cómo podemos resolverlo? Los alumnos pueden acudir a este tablero para guiar su conversación.
Ejemplo de conflicto: Un alumno se siente excluido durante un juego en equipo.
- Idea de solución: El moderador del equipo interviene, dándole la palabra al compañero excluido para que explique cómo se siente y proponiendo la reorganización del juego de forma que todos participen.
Tercer ciclo
En este ciclo, los alumnos ya han desarrollado una mayor capacidad de autogestión y son capaces de resolver conflictos sin apenas intervención del docente. Se fomenta la empatía y la toma de decisiones dentro de los equipos cooperativos.
Estrategias concretas:
- Método de la negociación: Los alumnos practican la negociación para resolver conflictos, utilizando una estructura de “ofrecer y ceder”. El docente puede enseñarles la técnica del “gana-gana”, donde ambas partes deben sentir que han logrado algo positivo.
- Diarios de reflexión: Los alumnos llevan un diario en el que, tras un conflicto, pueden escribir lo que ha sucedido, cómo se han sentido, qué hicieron para resolverlo y qué aprendieron del proceso. Este tipo de autorreflexión les ayuda a mejorar en futuras situaciones.
- Rueda de la amistad: En caso de conflictos relacionales, se utiliza la “rueda de la amistad”, donde un mediador (puede ser otro compañero) guía la conversación entre los implicados, buscando soluciones en las que todos se sientan escuchados y valorados.
Ejemplo de conflicto: Dos alumnos discuten porque ambos quieren liderar un proyecto grupal.
- Idea de solución: A través de una negociación, acuerdan repartirse las responsabilidades del proyecto, turnándose en el liderazgo o dividiendo las tareas principales de manera equitativa.
Estas ideas y estrategias pueden ser fácilmente aplicadas y adaptadas a las necesidades de cada aula.
Tolo Berrocal