La lectura cooperativa permite que los estudiantes trabajen en conjunto, asumiendo roles específicos dentro de un grupo, lo que fomenta la participación activa y equitativa de todos. En este proceso, cada alumno tiene una función determinada (lector, moderador, escritor, encargado del tiempo), lo que asegura que cada miembro contribuya al éxito del grupo. A través de este enfoque, los estudiantes desarrollan habilidades de comunicación, escucha activa y trabajo en equipo, además de mejorar su comprensión lectora.
Durante la lectura cooperativa, el moderador se encarga de dirigir la discusión, haciendo preguntas que aclaren dudas y fomenten el diálogo, mientras que el lector principal lee el texto en voz alta. El escritor toma notas clave, y el encargado del tiempo se asegura de que la actividad transcurra en los tiempos asignados. Este método implica que los alumnos trabajen en un entorno colaborativo, lo que no solo mejora su comprensión del texto, sino que también desarrolla sus habilidades sociales y críticas.
El resumen cooperativo se elabora al final de la actividad, donde todos los miembros del grupo participan en la escritura, revisión y edición del resumen. Este ejercicio permite que los alumnos reflexionen sobre lo que han leído y lo estructuren de manera clara y coherente. El objetivo es que, entre todos, preparen una presentación breve que expongan al resto de la clase, reforzando su capacidad de síntesis y expresión oral.
En cuanto al organizador gráfico, se divide en varias partes que guían el análisis del texto:
- Línea del tiempo: Esta parte permite que los alumnos ordenen los momentos clave de la historia de forma cronológica. De esta manera, pueden visualizar los eventos importantes y su secuencia, lo que facilita la comprensión del desarrollo de la trama.
- Idea principal e ideas secundarias: Aquí los alumnos identifican el núcleo del texto, diferenciando entre la idea principal y las ideas que la complementan. Este proceso les ayuda a descomponer el contenido en sus componentes más relevantes y a distinguir entre lo esencial y lo accesorio.
- Conclusiones y opiniones personales: En este apartado, cada miembro del grupo aporta su propia reflexión y opinión sobre la lectura. Es un espacio donde los estudiantes pueden expresar sus interpretaciones personales, fomentar el intercambio de ideas y desarrollar su capacidad argumentativa.
El organizador gráfico sirve como una guía visual que ayuda a los estudiantes a estructurar la información de manera clara, permitiéndoles abordar el texto desde diferentes perspectivas: cronológica, temática y reflexiva. Este proceso culmina en una presentación conjunta que refuerza las habilidades de comunicación y trabajo en equipo..