La lectura anticipatoria es una estrategia que prepara a los alumnos para comprender mejor un texto antes de leerlo en profundidad. Esta técnica se centra en activar conocimientos previos, formular preguntas y hacer predicciones sobre el contenido, lo que ayuda a desarrollar habilidades clave de comprensión lectora. A continuación, te explicamos cómo implementar estas actividades en clase de forma práctica y efectiva.
1. Activar conocimientos previos
Antes de empezar a leer un texto, invita a tus alumnos a compartir lo que ya saben sobre el tema. Por ejemplo, si vais a leer un texto sobre los animales de la selva, puedes hacer preguntas como:
- ¿Qué animales conoces que vivan en la selva?
- ¿Qué sabes sobre la selva y su hábitat?
Este ejercicio no solo ayuda a conectar sus ideas previas con el contenido del texto, sino que también fomenta la participación activa en clase.
2. Explorar títulos e ilustraciones
Los títulos e ilustraciones ofrecen pistas valiosas sobre el contenido de un texto. Muéstrales estas partes y anima a los alumnos a predecir de qué tratará el texto. Por ejemplo:
- Observa el título: «El viaje del elefante». ¿De qué crees que tratará?
- Mira esta ilustración. ¿Qué te dice sobre la historia?
Este enfoque permite trabajar las habilidades de observación y estimulación de la imaginación.
3. Leer encabezados y subtítulos
Otra estrategia útil es analizar los encabezados y subtítulos antes de leer el texto completo. Esto les da una visión general del contenido y les permite hacer predicciones sobre cada sección. Por ejemplo:
- Si un subtítulo dice «Los depredadores de la selva», pregunta: «¿Qué crees que aprenderemos en esta parte del texto?»
Esto ayudará a los alumnos a organizar sus ideas y a centrarse en los conceptos clave.
4. Primera y última frase
Leer solo la primera y la última frase de cada párrafo también es una forma efectiva de hacer predicciones. Por ejemplo:
- Primera frase: «Los tigres son felinos carnívoros…»
- Última frase: «Se alimentan principalmente de presas como ciervos y jabalíes.»
A partir de estas frases, los alumnos pueden inferir que el párrafo hablará sobre los hábitos alimenticios de los tigres.
5. Hacer preguntas de predicción
Las preguntas abiertas animan a los alumnos a reflexionar sobre lo que creen que sucederá en el texto. Puedes plantear preguntas como:
- ¿Qué crees que pasará en esta historia?
- ¿Qué crees que aprenderemos en este capítulo?
Estas preguntas fomentan la formulación de hipótesis basadas en su conocimiento previo y las pistas que ofrece el texto.
Consejos clave para aplicar la lectura anticipatoria
- Respeta las respuestas de los alumnos, incluso si sus predicciones no son correctas. Lo importante es el proceso, no la respuesta.
- Fomenta la participación activa. Permite que compartan ideas y discutan sus hipótesis en grupo.
- Adapta las actividades al nivel de tu clase. Puedes simplificar o añadir complejidad dependiendo de la edad y las necesidades de los alumnos.
La lectura anticipatoria no solo mejora la comprensión lectora, sino que también motiva a los alumnos a interesarse más por el texto. Si aún no has probado estas estrategias, ¡este es el momento perfecto para incluirlas en tu rutina de clase!
