En esta entrada encontrarás cómo estructuramos nuestras sesiones de baloncesto mini femenino para la temporada 2025-2026. Una estructura de la sesión por bloques y un banco de juegos variado nos permite adaptar el entrenamiento a las necesidades del grupo, mantener la motivación alta y garantizar un trabajo técnico-táctico completo.
¿Cómo estructuramos nuestras sesiones?
Cada entrenamiento se divide en bloques que responden a objetivos específicos. Esta estructura nos ayuda a diseñar sesiones dinámicas, variadas y con sentido.

Bloques de trabajo:
- Activación: Juegos y movilidad para preparar cuerpo y mente.
- 1×0: Actividades técnicas individuales con toma de decisión.
- 1×1: Situaciones con ventaja, igualdad o desventaja.
- Conocimiento del juego: Juegos colectivos y situaciones modeladas.
- Habilidades: Bote, pase, lanzamiento y salto.
- Competición: Juegos competitivos para cerrar en alto.
- Reflexión: Vuelta a la calma con análisis y conexión emocional.
Cada bloque del banco de actividades que empleamos en nuestras sesiones está orientado a favorecer un aspecto específico del desarrollo integral de las niñas. En la activación y el conocimiento del juego, buscamos iniciar cada entrenamiento con propuestas que despierten el cuerpo, centren la atención y refuercen la cohesión del grupo. Estas actividades iniciales preparan física y mentalmente para el trabajo posterior y refuerzan la lógica interna del baloncesto desde el juego libre y la exploración.
En el bloque de 1×0 con toma de decisión, el objetivo es que cada jugadora mejore sus habilidades técnicas individuales (bote, pase, tiro…) en contextos que exigen observación, reacción y elección. No trabajamos gestos aislados, sino decisiones en movimiento. El bloque de 1×1, por su parte, introduce el componente relacional del juego: el duelo con la defensora o el ataque con presión. Aquí fomentamos la valentía, la autonomía y la creatividad táctica.
Las actividades de conocimiento del juego con situaciones modeladas nos permiten construir la comprensión táctica colectiva: superioridades, espacios, ayudas, cortes… Todo desde la práctica y el juego real, para que el equipo entienda el “por qué” antes que el “cómo”. El bloque de habilidades específicas se centra en perfeccionar aspectos técnicos concretos, sin perder nunca el vínculo con el juego. Bote, pase, lanzamiento o salto se trabajan con variantes, estímulos y decisiones que favorecen la transferencia al juego real.
Por último, los momentos de competición no solo aportan intensidad y diversión. Son el terreno donde todo lo trabajado cobra sentido. La competición nos permite desarrollar la resiliencia, la autoconfianza y el respeto: hacia las normas, hacia una misma y hacia el grupo. En conjunto, este banco de actividades no busca solo formar jugadoras técnicamente competentes, sino niñas capaces de tomar decisiones, trabajar en equipo y disfrutar del proceso de aprender jugando.
Filosofía de trabajo
Nuestro enfoque en el entrenamiento de mini femenino parte de una convicción clara: el desarrollo técnico debe ir de la mano del crecimiento personal y del aprendizaje significativo. Por eso, estructuramos nuestras sesiones como una combinación intencionada entre el desarrollo de habilidades motrices fundamentales y la adquisición de valores, conocimientos y actitudes que trascienden el deporte.
Las actividades que planteamos —ya sea en situaciones de 1×0, 1×1, juegos colectivos o retos competitivos— comparten una lógica de juego basada en la invasión de campo, la toma de decisiones en movimiento y el cambio constante de rol. Esta lógica es la misma que vertebra el baloncesto, y es ahí donde nuestras jugadoras comienzan a intuir las reglas profundas del juego sin necesidad de verbalizarlas o recibirlas como normas impuestas. El cuerpo lo aprende antes que la cabeza.
Además, cada día dedicamos tiempo a una variante de cada bloque, lo que nos permite rotar los subbloques de forma diaria y ofrecer así una progresión natural, completa y motivadora. Las niñas no solo aprenden a botar, pasar o lanzar: aprenden a cooperar, a adaptarse, a equivocarse y volver a intentarlo. Aprenden a leer el juego, a confiar en sus decisiones y en sus compañeras. El aprendizaje técnico llega, sí, pero llega porque lo necesitan para seguir disfrutando del juego, no porque alguien se lo imponga desde fuera.
Cuando una jugadora entiende por sí misma que para mejorar necesita dominar un cambio de ritmo, o que si quiere seguir disfrutando del 1×1 debe perfeccionar su bote o su lectura defensiva, nace en ella una motivación genuina que ningún discurso técnico puede igualar. Ese es nuestro objetivo: que el juego sea el motor del aprendizaje, y no al revés.
Todo esto se apoya en un entorno emocionalmente seguro, en el que cada niña se sienta vista, valorada y parte de un grupo que progresa con ella. Reforzamos la autonomía, celebramos el esfuerzo y damos espacio a la reflexión y la calma al final de cada sesión. Porque creemos que el deporte debe formar personas completas, y que el baloncesto, bien acompañado, es una escuela extraordinaria para la vida.
🔗 Recursos educativos externos
- Guía didáctica minibasket – Federación Española de Baloncesto:
https://www.feb.es/Documentos/AreaEducativa/GuiaDidacticaMinibasket.pdf - Juegos y actividades para baloncesto base – BasketCantera.TV:
https://www.basketcantera.tv/entrenamientos/banco-juegos-minibasket