Validar es respetar
La validación de la lectura facilitada no es solo un paso técnico dentro del diseño educativo. Es, ante todo, un acto de profundo respeto hacia quienes van a utilizarlos.
Cada lector merece un texto que pueda leer con facilidad. Pero también un material que le hable directamente, que le invite a comprender, a reflexionar y a participar en su aprendizaje.
Por eso, incluir a los lectores desde el principio del proceso de validación no es opcional. Es una necesidad si queremos construir recursos inclusivos, efectivos y realmente accesibles.

La voz del lector es esencial
Contar con la voz de los propios lectores desde el inicio nos permite comprobar que los textos son claros, motivadores y conectan con sus experiencias reales.
No basta con adaptar el formato o simplificar el lenguaje en un despacho. Es imprescindible probar los materiales en situaciones reales de lectura. Solo así sabremos si facilitan la comprensión, despiertan interés y eliminan obstáculos que podrían pasar desapercibidos.
Esta interacción directa permite ajustar el contenido con precisión, garantizando que cada cambio responda a necesidades auténticas y no supuestas.
Construir materiales de forma colaborativa
Validar con participación activa implica reconocer la dignidad y capacidad de nuestros lectores. Implica escuchar, adaptar con humildad y aprender del feedback recibido.
Así conseguimos materiales que no son productos impuestos, sino recursos construidos en colaboración. Recursos que fomentan una comprensión accesible y enriquecedora para todos.
Aprendizaje activo y validación de la lectura facilitada
Cuando involucramos al alumnado en la evaluación de materiales, los reconocemos como protagonistas de su aprendizaje.
Este enfoque participativo no solo detecta barreras ocultas. También promueve la autonomía, el pensamiento crítico y la reflexión lectora.
Además, permite ajustar vocabulario, estructura y apoyos en función de las experiencias reales de uso, acompañando mejor el desarrollo lector.
Validación de la lectura facilitada: compromiso ético y educativo
La validación participativa en lectura facilitada nos recuerda que respetar a nuestros lectores es escucharles y adaptar nuestro trabajo a sus realidades.
No es un trámite: es una garantía de calidad educativa y un compromiso ético.
Cuando impulsamos este modelo en el aula, apostamos por una educación más inclusiva, humana y consciente de que cada lector debe ser tenido en cuenta desde el principio.
1. Inclusion Europe – Easy to Read
Dirección: https://www.inclusion-europe.eu/easy-to-read/
Inclusion Europe es una organización que promueve los derechos de las personas con discapacidad intelectual. En esta página explican qué es la lectura fácil, cuáles son sus principios básicos y cómo validar materiales de forma participativa. Es una fuente clave para entender cómo crear y evaluar textos accesibles desde el respeto a los lectores.
2. UNESCO – Lectura accesible para todos
Dirección: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000376702
La UNESCO proporciona en este documento directrices para crear entornos de lectura accesibles. Incluye estrategias para asegurar que los materiales educativos sean comprensibles, significativos y respetuosos para todos los alumnos, en especial aquellos con necesidades específicas de aprendizaje. Ideal para reforzar la importancia de validar desde la perspectiva del lector