Bloom y el ODS 8: soñar trabajos con sentido

¿Pueden los niños y niñas pensar ya en su futuro laboral? Claro que sí. El ODS 8 nos habla de trabajo digno, igualdad de oportunidades y desarrollo justo. Y desde la escuela, podemos acompañar al alumnado a descubrir el valor del trabajo, reflexionar sobre sus sueños y romper estereotipos. En esta entrada te mostramos cómo hacerlo con la ayuda de la Taxonomía de Bloom.

¿Por qué hablar de trabajo en primaria?

El ODS 8 propone un objetivo ambicioso: que todas las personas tengan un trabajo decente. Es decir, un empleo seguro, justo, bien remunerado y libre de discriminaciones. En clase, esto se traduce en:

  • Valorar el trabajo de los demás.
  • Comprender que todos los trabajos son importantes.
  • Cuestionar prejuicios sobre género y profesiones.
  • Imaginar un futuro en el que cada uno pueda elegir lo que ama hacer.
Trabajo

Desde pequeños, podemos sembrar la idea de que el trabajo no solo es un medio de vida, sino también una forma de contribuir a la sociedad.

Taxonomía de Bloom: del juego simbólico a la reflexión profunda

La Taxonomía de Bloom nos permite abordar el ODS 8 de forma escalonada y significativa. Gracias a ella, podemos:

  • Comenzar recordando oficios cercanos y nombrando intereses.
  • Comprender mejor las funciones de cada profesión y sus condiciones.
  • Aplicar el conocimiento entrevistando, dramatizando y compartiendo.
  • Analizar estereotipos, valorar la diversidad de trabajos y repensar ideas propias.
  • Evaluar qué hemos aprendido y cómo hemos crecido en nuestra mirada.
  • Crear propuestas como ferias, stands o campañas para compartir lo aprendido.

Así, lo que empieza como una pregunta personal —“¿qué quiero ser de mayor?”— se convierte en un viaje de descubrimiento, respeto y participación.

Educar para elegir con libertad y conciencia

Trabajar el ODS 8 no consiste solo en hablar de empleos. Se trata de educar para:

  • Respetar todos los oficios, desde el agricultor hasta la ingeniera.
  • Reconocer desigualdades y buscar formas de corregirlas.
  • Fomentar la autoestima, el autoconocimiento y la expresión de deseos.
  • Valorar el esfuerzo y la colaboración en comunidad.

Cada proyecto en torno al mundo laboral es una oportunidad para practicar la escucha, la empatía y la creatividad.

Cuando en clase abrimos el espacio para hablar de “qué quiero ser de mayor”, no solo fomentamos la imaginación: abrimos puertas a la igualdad, al respeto y a la esperanza. La Taxonomía de Bloom nos da el andamio para que ese aprendizaje sea profundo, diverso y transformador. Porque soñar con el futuro también es educar para construirlo.

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