Color, símbolo, imagen para la comprensión.

Haz visible el pensamiento desde la lectura, la escucha o la observación

Trabajar la comprensión lectora en el aula no se limita solo a leer textos. También podemos fomentarla desde edades tempranas a través de la comprensión oral o visual, por ejemplo, al escuchar un cuento o ver un vídeo. Las rutinas de pensamiento nos ofrecen estrategias concretas para ayudar al alumnado a detenerse, reflexionar y expresar lo que ha comprendido. Una de las más visuales y efectivas es Color, símbolo, imagen, que además se puede adaptar fácilmente a diferentes edades y situaciones.

¿Qué es la rutina color, símbolo, imagen?

La rutina Color, símbolo, imagen permite a tu alumnado representar ideas clave de forma no verbal. Es una herramienta creativa y accesible para mejorar la comprensión lectora y hacer visible el pensamiento.

Color, símbolo, imagen

Esta rutina invita a elegir:

  • Un color que represente o capture la esencia de una idea.
  • Un símbolo que sintetice visualmente esa idea.
  • Una imagen que la represente de forma más compleja o figurativa.

Además de favorecer la comprensión, esta rutina potencia la reflexión, la creatividad y el diálogo entre iguales. Y lo mejor: puede adaptarse según la etapa educativa o el objetivo de la actividad.

Variantes según la edad o el contexto

Puedes modificar esta rutina para ajustarla mejor a tu grupo:

  • Color, símbolo y palabra clave: Ideal para alumnado que está empezando a leer o escribir. Sustituir la imagen por una palabra clave ayuda a enfocarse en la síntesis verbal.
  • Color, símbolo y sonido: Perfecta para trabajar la comprensión auditiva o incluir elementos musicales. En lugar de una imagen, el alumnado elige un sonido o efecto que represente la idea.

Estas adaptaciones mantienen el enfoque visual y simbólico, pero facilitan su aplicación en distintos niveles o áreas.

¿Por qué usa color, símbolo, imagen?

Esta rutina es ideal cuando el alumnado tiene dificultades para expresar ideas oralmente o por escrito. También resulta útil para:

  • Identificar ideas clave tras una lectura, audio o vídeo.
  • Estimular la síntesis y el pensamiento visual.
  • Fomentar la participación activa y el trabajo cooperativo.
  • Facilitar la comprensión y el recuerdo a largo plazo.

¿Cómo aplicarla paso a paso?

Puedes usarla tras leer un texto o ver un vídeo, de forma individual o grupal. Aquí te dejamos una propuesta sencilla:

Antes de comenzar

  • Pide al alumnado que identifique 3 ideas importantes, interesantes o profundas.
  • Puedes anotarlas en la pizarra o en un panel común.

Elige color, símbolo e imagen (o palabra, o sonido)

Para cada idea:

  • Escoge un color que represente la emoción o el mensaje central.
  • Piensa en un símbolo que sintetice visualmente la idea.
  • Elige una imagen, palabra clave o sonido que represente de forma más amplia esa idea.

Comparte y reflexiona

  • En pequeños grupos o en gran grupo, comparte tus elecciones.
  • Explica por qué has escogido ese color, símbolo e imagen/palabra/sonido.
  • Crea un mural colectivo con todas las aportaciones para hacer visible el pensamiento de la clase.

Consejos prácticos

Aplícala también en ciencias, historia, valores o arte.

Usa esta rutina después de lecturas narrativas, vídeos, audios o actividades significativas.

Fomenta el intercambio de ideas sobre las elecciones de cada estudiante.

Puedes crear una galería o mural con los CSI del grupo.

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