¿Se puede mejorar una ciudad desde la escuela? Con la Taxonomía de Bloom y el ODS 9, sí. Este objetivo propone crear infraestructuras sostenibles e impulsar la innovación para mejorar la vida de todas las personas. Y con el enfoque estructurado que ofrece Bloom, podemos convertir ese reto global en un aprendizaje significativo y cercano para nuestro alumnado.
¿Qué nos propone el ODS 9 y cómo lo conecta Bloom?
El ODS 9 busca mejorar las infraestructuras, fomentar la innovación y lograr un desarrollo sostenible e inclusivo. La Taxonomía de Bloom, por su parte, nos ayuda a diseñar un recorrido de aprendizaje que va desde el conocimiento más básico hasta la creación de soluciones. Juntos, ofrecen una poderosa herramienta para:
- Observar el entorno con mirada crítica.
- Comprender qué hace que una ciudad funcione bien.
- Imaginar y proponer mejoras concretas.
- Desarrollar habilidades prácticas, sociales y creativas.

Usar la Taxonomía de Bloom y el ODS 9 en el aula significa enseñar a transformar la realidad desde el pensamiento y la acción.
Activar el aprendizaje: del entorno a la propuesta
Trabajar el ODS 9 con la Taxonomía de Bloom permite estructurar el aprendizaje por niveles:
- Recordar: identificar infraestructuras y elementos de la ciudad.
- Comprender: qué es una ciudad sostenible, por qué importa.
- Aplicar: crear una maqueta o planificar una mejora escolar.
- Analizar: observar problemas reales del entorno.
- Evaluar: valorar propuestas de cambio y su impacto.
- Crear: diseñar campañas, inventos o prototipos útiles.
Este enfoque favorece una comprensión profunda, conecta áreas curriculares y promueve la participación activa del alumnado.
Innovar desde el aula: ideas que mejoran la ciudad
Imagina una clase que construye una maqueta de una ciudad sostenible. O que diseña un transporte escolar más ecológico. O que presenta una campaña para mejorar los caminos del barrio.
Todo esto es posible si unimos la Taxonomía de Bloom y el ODS 9. Algunas propuestas prácticas:
- Crear mapas de la escuela con ideas de mejora.
- Diseñar un prototipo de infraestructura útil.
- Redactar eslóganes o carteles para sensibilizar.
- Investigar sobre inventos que cambiaron las ciudades.
Lo importante es que el alumnado se sienta parte activa del cambio.
La Taxonomía de Bloom y el ODS 9 forman un tándem educativo potente. Nos permiten transformar el aula en un espacio de pensamiento crítico, diseño colaborativo y acción responsable. Porque cada mejora en el entorno empieza con una idea. Y esa idea puede nacer hoy, en clase.