En esta entrada vamos a profundizar en la diferencia entre feedback y feed forward, dos conceptos clave en el desarrollo del aprendizaje metacognitivo. Mientras que el feedback tradicional se centra en lo que ya se ha hecho, el feed forward se proyecta hacia el futuro, proporcionando información que guía y orienta al alumno para mejorar en los siguientes pasos de su aprendizaje. Este tipo de retorno, más proactivo y preventivo, ayuda a que el estudiante no solo reflexione sobre sus errores pasados, sino que también establezca estrategias claras para avanzar y mejorar.
Las infografías detallan diversas estrategias para hacer un buen feed forward, destacando que este proceso debe ser empático, personalizado y continuo. Se resalta la importancia de regular los errores de manera individual, evitando juicios globales, y de ofrecer comentarios que sean claros y útiles para entender el proceso de mejora. Además, subrayan la necesidad de fomentar un clima de aula donde el error sea visto como una oportunidad de aprendizaje y no como un fallo que se penaliza.
El feed forward pone el foco en la planificación, proponiendo herramientas como tarjetas de propuestas, horas de consulta o actividades específicas que ayudan a los estudiantes a autorregularse y avanzar. Este enfoque preventivo y basado en soluciones prácticas permite que el alumnado no solo reciba información de lo que ha hecho mal, sino que se le ofrezcan caminos concretos para mejorar en el futuro.

