El acceso al agua potable es un derecho fundamental. Sin embargo, millones de personas en el mundo aún carecen de ella. Por eso, el ODS 6 cobra una relevancia especial en la escuela: educar para cuidar el agua es educar para la vida. En esta entrada te contamos cómo trabajarlo en el aula de forma significativa, utilizando la Taxonomía de Bloom como aliada para conectar contenidos, conciencia y acción.
¿Por qué es importante trabajar el ODS 6 en clase?
El ODS 6 busca garantizar agua limpia y saneamiento para todas las personas. Aunque parezca un objetivo lejano para nuestro alumnado, afecta directamente a su día a día y a su futuro. Además:
- Ayuda a desarrollar empatía hacia realidades distintas.
- Promueve hábitos responsables en casa y en la escuela.
- Fomenta la ciudadanía activa desde edades tempranas.

Trabajar este objetivo en el aula no es solo una cuestión de contenido: es una oportunidad para formar personas comprometidas con el bien común.
De la conciencia a la acción: el papel de la Taxonomía de Bloom
La Taxonomía de Bloom nos ofrece una guía para diseñar experiencias de aprendizaje que van más allá de memorizar datos sobre el agua. Nos invita a:
- Empezar desde lo cercano (recordar, comprender).
- Conectar con la realidad (aplicar, analizar).
- Fomentar la reflexión y la creatividad (evaluar, crear).
Así, el alumnado no solo aprende sobre el problema del agua, sino que se convierte en parte activa de la solución. Cada nivel cognitivo aporta una mirada distinta, enriqueciendo el proceso y haciéndolo más significativo.
¿Cómo se ve esto en el aula?
Imagina un proyecto donde el alumnado:
- Investiga cuánta agua consume en casa.
- Compara sus hábitos con los de niños y niñas de otros países.
- Reflexiona sobre sus costumbres y propone mejoras.
- Crea un cuento ilustrado para sensibilizar a otros.
Este enfoque no solo integra áreas curriculares como lengua, ciencias o educación artística. También refuerza competencias clave como el pensamiento crítico, la colaboración o la comunicación.
Lo importante: que el mensaje cale
Trabajar el ODS 6 con sentido no significa hacer una actividad puntual, sino construir un recorrido donde el aprendizaje tenga impacto. El objetivo no es que repitan datos sobre el agua, sino que comprendan su valor, actúen en consecuencia y sean capaces de inspirar a otros.
En este camino, la Taxonomía de Bloom nos ayuda a estructurar, profundizar y diversificar las propuestas. Pero sobre todo, a poner al alumnado en el centro del cambio.
Educar para el cuidado del agua es una de las mejores formas de educar para el futuro. El ODS 6 nos ofrece el marco, y la Taxonomía de Bloom, las herramientas. Aprovechémoslas para sembrar conciencia, fomentar la participación y construir desde el aula un mundo más justo y sostenible. 💧