Dentro del contexto de la evaluación formativa en el ámbito educativo, una «base de orientación» en los instrumentos de evaluación se refiere a un conjunto de criterios, estándares o indicadores claros que se proporcionan a los alumnos y al personal docente para ayudar en la comprensión de lo que se espera en términos de aprendizaje y rendimiento. Estos criterios de orientación son esenciales para que tanto los estudiantes como los docentes comprendan los objetivos de aprendizaje y cómo se evaluarán.
La base de orientación es fundamental en la evaluación formativa, ya que proporciona a los estudiantes una comprensión clara de lo que se espera y les permite autorregular su aprendizaje. También facilita la retroalimentación efectiva por parte de los docentes, por el hecho de que pueden referirse a los criterios y estándares establecidos al proporcionar comentarios sobre el trabajo de los estudiantes. Por último, la base de orientación contribuye a que la evaluación formativa sea más efectiva para mejorar el aprendizaje y el rendimiento de los estudiantes.